Los sacerdotes de Mordiggian llevan las ofrendas al templo
El templo negro de Zul-Bha-Sair es una ubicación introducida por Clark Ashton Smith en el relato El dios de los muertos. Es la residencia del dios Mordiggian y su clero.
Ubicación[]
El templo negro se ubica en una depresión situada en el centro de la ciudad de Zul-Bha-Sair, en el continente de Zothique.
Descripción[]
El templo apenas está iluminado y consta de una estancia principal con una gran mesa sobre la que los sacerdotes disponen las ofrendas, preparadas para ser devoradas por el dios, así como de una serie de pasillos y dependencias secundarias. Se desconoce el origen exacto de este santuario, aunque en el momento en que transcurre el relato en que aparece ya es muy antiguo (teniendo en cuenta que sucede, eso sí, en un futuro remoto). Parece probable que el templo sea anterior a la propia ciudad en que se emplaza, siendo posible que fuera fundada por gente que peregrinaba al templo para realizar sus ofrendas. Dichas ofrendas consisten en cadáveres: la gente de Zul-Bha-Sair entrega los restos mortales de sus difuntos a los sacerdotes del templo para que se los ofrezcan al dios Mordiggian. Esta costumbre tiene una doble finalidad: por un lado se encuentra su carácter religioso y ritual, pero por encima de esto sobresale su fin práctico, ya que haciendo esto se pueden deshacer de los cuerpos fácilmente y sin necesidad de darlos sepultura o incinerarlos.
Fauna y flora[]
El templo negro es un lugar oscuro y lúgubre en el que viven especies carroñeras como ratas y gusanos. Sin embargo, las criaturas dominantes son los gules del clero de Mordiggian.