Mordiggian, señor de los muertos es una deidad introducida por Clark Ashton Smith en su relato El dios de los muertos. Es una de las divinidades veneradas en Zothique.
Nombre[]
El nombre Mordiggian tiene una gran similitud con el de la diosa céltica Morrigan. Esto tiene lógica si se tiene en cuenta que Morrigan era una diosa de la muerte y la destrucción, vinculada al contexto bélico.
Apariencia[]
"...una sombra colosal que no provenía de nada de la habitación (...) Después, rápidamente, se convirtió en algo más que una sombra: era una masa de oscuridad negra y opaca que, de alguna forma, cegaba los ojos con un extraño arrobamiento. Parecía absorber la llama de las rojas urnas y llenar la cámara con un escalofrío de muerte y de vacío. Su forma era la de una columna moldeada por los gusanos, enorme como un dragón, con las anillas más lejanas continuando por la penumbra del corredor, pero cambiaba de momento en momento, agitándose y prolongándose como si estuviera vivo con las energías vertiginosas de los oscuros eones. Por un breve momento adquirió la apariencia de algún gigante demoniaco, de cabeza sin ojos y cuerpo sin extremidades, y después, saltando y esparciéndose como el humeante fuego, se deslizó dentro de la cámara..."
Mordiggian es una masa amorfa y de aspecto cambiante, compuesta de oscuridad y gusanos vivos. Se mueve reptando y es capaz de descomponer cualquier cosa solo con tocarla.
Información conceptual y rol[]
La adoración de Mordiggian es la religión oficial de Zul-Bha-Sair. Todas las personas de la ciudad adoran a Mordiggian y entregan los cadáveres a los sacerdotes del dios para que estos se los ofrezcan al Primigenio para alimentarlo y mantenerlo complacido. Según la ley de Zul-Bha-Sair, "todo aquel que muere dentro de las fronteras de Zul-Bha-Sair debe ser entregado a Mordiggian para que le sirva de alimento". Sin embargo, todos consideran a Mordiggian una entidad benévola.
De hecho, Mordiggian no es un ser malicioso. Vive en el Templo negro de Zul-Bha-Sair y allí permanece a la espera de que sus sacerdotes lo alimenten llenando su mesa negra con los cadáveres de aquellos que han fallecido en Zul-Bha-Sair. Mordiggian nunca ha salido de su santuario y no tiene ningún sacerdote humano, ya que solo se siente cómodo en compañía de sus semejantes, los gules.
Mordiggian es piadoso y no ataca a los vivos a no ser que estos intenten engañarlo. Es por eso por lo que los habitantes de Zul-Bha-Sair aprecian a este dios: conviven con él sin miedo a ser atacados y él les ayuda a deshacerse de los cadáveres. Además, no exige sacrificios humanos y permite a la gente hacer vida normal, sin llevarlos al fanatismo.
Relatos[]
Obras de Clark Ashton Smith[]
El dios de los muertos[]
Mordiggian es la entidad en torno a la cual gira el relato. Toda la información sobre esta entidad proviene de allí.
En los juegos de rol[]
El reino de las sombras[]
En esta campaña se alude a la existencia de una secta de gules de la Guayana Francesa que veneraban a Mordiggian en tiempos de la II Guerra Mundial.
Secretos de Japón[]
En esta campaña se teoriza que el aislamiento de Corea del Norte es debido al culto a Mordiggian.
Curiosidades[]
- En el juego de rol Mordiggian es clasificado como "primigenio".
- En el contexto del juego de rol, a menudo se relaciona a Mordiggian con las Tierras del Sueño.