Los mi-go, vulgarmente conocidos como "hongos de Yuggoth" son una raza alienígena de Los Mitos de Cthulhu. Tienen especial protagonismo en El que susurra en la oscuridad.
Apariencia[]
"Eran unos seres rosados de alrededor de un metro y medio de altura. Los cuerpos de crustáceo estaban provistos de algunos pares de aletas o alas membranosas y varios grupos de miembros articulados. En el lugar donde podría encontrarse la cabeza había una especie de elipsoide retorcido, cubierto por gran número de antenitas."
Generalmente se dice que la figura del Yeti surgió a partir de los avistamientos de mi-go en el norte. Esto es curioso pues, según la descripción dada, estos seres no guardan ningún parecido con la legendaria bestia.
Información conceptual y rol[]
Desde un punto de vista biológico, los mi-go son, con diferencia, las criaturas lovecraftianas más extrañas: son un cruce entre animales y hongos; se comunican cambiando el color de su cabeza; su cuerpo es tan altamente degradable que, al cabo de unas horas de su muerte, ya se ha degradado; no es posible fotografiarlos con éxito, pues al tomar una foto de uno no aparece en ella, como si no existiera. Esto último es lo más intrigante, pero es posible que se deba a que su piel desvíe de algún modo la luz y que esa sea la explicación del fenómeno.

Diseño en Pathfinder.
Los mi-go son una raza muy avanzada. Su objetivo es colonizar planetas, difundiendo indirectamente el culto de los dioses a los que adoran, entre los que sobresalen Nyarlathotep y Shub-Niggurath. Los colonos mi-go se instalan permanentemente en los entornos seleccionados e intentan convencer a algunos de los nativos para que les ayuden a difundir sus ideologías y para que les faciliten la integración en el planeta. Se dice que esta especie expulsó a todos los Antiguos que se habían instalado en la zona boreal de La Tierra.
Los mi-go son famosos por sus avanzadas técnicas quirúrgicas: son capaces de extraer cerebros sin matarlos en el proceso y de conservarlos con vida dentro de cajas craneales mi-go, en las que las mentes extraídas permanecen conscientes en todo momento; en ocasiones incluso se envían estos cerebros a que realicen misiones de reconocimiento, para luego llevar la información a los mi-go. Pero ahí no se queda la cosa. Los mi-go saben introducirse mediante cirugía unos órganos que emulan el funcionamiento de las cuerdas vocales y que les permiten hablar lenguaje humano, aunque con un acento pausado y susurrante.
Relatos[]
Obras de Howard Phillips Lovecraft[]
El que susurra en la oscuridad[]
Los mi-go son los responsables de los misteriosos sucesos que acontecen en Vermont y que dan pie al desarrollo de la historia. Además, en este relato se los describe y se alude a sus técnicas quirúrgicas.
Curiosidades[]
Parece ser que el término "Mi-go" proviene de la palabra "migou", nombre tibetano que designa al Yeti.