
Richard L. Tierney
Los Mitos de Derleth (en inglés "The Derleth Mythos") es un artículo académico de Richard L. Tierney, acuñando el término como una crítica al constructo de Los Mitos de Cthulhu, ideado por August Derleth. Fue publicado en marzo de 1972 en Nightscapes, siendo uno de los escritos más conocidos sobre el tema.
Traducción[]
Los "Mitos de Cthulhu" son, en gran parte, una invención no de H.P. Lovecraft, sino de August Derleth.
Lovecraft, por supuesto, sentó las bases. Inventó la mayoría de los dioses, demonios y servidores, y, sobre todo, proporcionó la atmósfera espeluznante y gótica necesaria para el género. Sin embargo, a mi parecer, fue Derleth quien estableció el concepto de "Los Mitos" para abarcar todos los conceptos lovecraftianos.
Parece ser que Lovecraft nunca contempló tal concepto. Su perspectiva sobre lo sobrenatural y el cosmos habría sido, en esencia, dinámica; es decir, se había ido desarrollando constantemente a lo largo de su vida. La actitud de Derleth, por otro lado, fue en gran medida estática; apreciaba los conceptos de Lovecraft, pero le importaba menos desarrollarlos que sistematizarlos. Sus esfuerzos fueron interesantes pero no precisamente exitosos desde un punto de vista estético. No quiero decir que Derleth careciera de estética, sino simplemente que, en mi opinión, su perspectiva básica no era lovecraftiana y su intento de continuar la tradición lovecraftiana dejó de lado aspectos fundamentales.
Fue probablemente Derleth quien acuñó el término "Mitos de Cthulhu". Y, aun en el caso de que no lo hubiera hecho, sí fue él quien desarrolló la ideología que acompaña a ese término. Consideremos las premisas básicas de los Mitos: un grupo cósmico de "buenos" (Dioses Arquetípicos) protegiendo a la humanidad de los "malos" (Primigenios) que están esforzándose por acabar con nosotros (la humanidad). Derleth sostiene que todo esto se basa en el paralelismo con "los Mitos Cristianos", con su lucha entre el bien y el mal y la humanidad como punto focal de todo. Los malignos Primigenios se esfuerzan por arrebatarnos nuestro planeta, pero los Dioses Arquetípicos siempre intervienen a tiempo para salvarnos.
Reconozco a Derleth el derecho de tener su propia visión del cosmos, pero lo triste es que ha hecho creer a tanta gente que su visión era compartida por Lovecraft. Esto es, simplemente, una falacia. La imagen del universo de Lovecraft no es, ni tan siquiera, similar a la de Derleth.
Derleth parece decidido a vincular el panteón de Cthulhu con el cristianismo y la tradición medieval, presentándolo como una lucha entre el "bien" y el "mal" desde un punto de vista antropocéntrico. Además, el concepto de "fuerzas elementales" en los Mitos parece ser propio de Derleth, tomado de la antigua teoría de que todas las cosas conocidas por nosotros están compuestas de los cuatro elementos: fuego, agua, tierra y aire. Derleth se enfrenta a muchas contradicciones aquí. Por ejemplo, hace de Cthulhu y sus súbditos seres acuáticos, mientras que en La llamada de Cthulhu se dice que vienen del espacio y construyen sus ciudades en tierra; es más tarde cuando sus ciudades son sumergidas por convulsiones geológicas, siendo esta es una catástrofe que deja sellada a la prole de Cthulhu. Hastur es retratado como un "elemental de aire", mientras que al mismo tiempo Derleth insinúa que vive en el fondo del lago Hali. Yog-Sothoth y Nyarlathotep, probablemente las dos entidades más puramente cósmicas de todos los seres lovecraftianos, son encajados en la categoría de "tierra"; mientras que, finalmente, inventa al elemental de fuego, Cthugha, para completar su colección de elementales (Lovecraft no inventó seres que pudieran ser considerados como "elementales de fuego"). Cthugha proviene de la estrella Fomalhaut, presumiblemente porque Lovecraft mencionó esa estrella en uno de sus sonetos.
Aparte de los elementales, el concepto básico de los Mitos de Derleth de "bien contra mal" parece la cosa menos lovecraftiana que uno pudiera tan siquiera concebir. Lovecraft consideraba que el Cosmos era, en esencia, indiferente a perspectivas antropocéntricas como el bien y el mal. El clímax de sus mejores relatos suele ser el momento en el que el narrador se ve forzado a reconocer que existen fuerzas y entidades poderosas e inabarcables, completamente indiferentes a la humanidad, frente a la cual son abrumadoramente superiores.
La mayoría de los escritores que continúan escribiendo ficción ambientada en "los Mitos de Cthulhu", así como los que escriben artículos académicos al respecto, no contribuyen sino a perpetuar los conceptos erróneos introducidos por Derleth.
Siento que Lovecraft alcanzó su mayor pico imaginativo en dos novelas: La sombra sobre Innsmouth y En las Montañas de la Locura. En ambos relatos, Lovecraft convierte todo el universo en una especie de casa encantada, conectando los hallazgos de la ciencia moderna con el sabor del horror gótico. Al hacerlo, creó un tipo de historia "espeluznante" en la que el hombre del siglo XX podía seguir creyendo, una vez superados y convertidos en clichés los elementos tradicionales como cementerios, castillos en ruinas y mansiones embrujadas. Pero los seguidores de Lovecraft nunca han seguido esta línea de desarrollo. Sin excepción, todos tienden a colocar al hombre y sus valores en el centro, siguiendo la tradición de Derleth, y la mayoría de ellos incluso continúan utilizando conceptos no-lovecraftianos como "Dioses Arquetípicos" o "elementales", mientras escriben infinitas variaciones sobre los temas básicos lovecraftianos relacionados con Dunwich e Innsmouth.
Para resumir: los Mitos de Cthulhu son, en su estado actual, tanto una invención de Derleth como de HPL. La línea del desarrollo de Lovecraft sigue abierta; nadie realmente ha continuado desde donde él dejó, que conduce hacia lo cósmico. Sin embargo, si uno quiere llegar al corazón de lo que Lovecraft sentía acerca del cosmos, debe evitar apoyarse tanto en Derleth como en sus seguidores.
(Traducción de Yuke Kabula)