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The-abominations-of-Yondo

Las abominaciones de Yondo (títulado originalmente "The Abominations of Yondo") es un relato escrito por Clark Ashton Smith. Se publicó por primera vez en Overland Monthly en abril de 1926.

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Este artículo contiene SPOILERS.
No sigas adelante si prefieres descubir la historia por tu cuenta.

Personajes[]

  • Narrador: un hombre desterrado a Yondo.
  • Cacareador: primera criatura con la que se topa el narrador.
  • Venus Arquetípica: entidad maligna que se manifiesta como una estatua que atrae a los hombres a su muerte.
  • La Sombra: criatura sobrenatural maldita que acosa al narrador.
  • El soldado de Yondo: entidad pavorosa que patrulla por los páramos de Yondo.
  • El Rey Momia: momia gigantesca con la que se encuentra el narrador.

Sinopsis[]

En el relato, el narrador es exiliado al desierto de Yondo como una forma de tortura. Si intenta regresar a su hogar, los Inquisidores de Ong le infligirán tormentos horribles. Mientras recorre el extraño y desolado paisaje de Yondo, se encuentra con varias criaturas terroríficas.

El primero de estos encuentros es con el cacareador, una monstruosa criatura sin ojos con un cuerpo pálido y en forma de huevo, que bebe de un lago amargo y parece percibir la presencia del narrador. Aunque no se sabe si el cacareador es agresivo, ya que el narrador, prudentemente, opta por evitarlo.

Luego, el narrador encuentra a la Venus, una estatua de mármol de una mujer que inicialmente parece viva y sumergida hasta la cintura en la arena. La belleza de la Venus atrae a las víctimas a su perdición, pero, al tocarla, el narrador descubre que es solo una estatua.

Después, se topa con la Sombra, una figura grotesca que corre al mismo paso que él y no puede ser dañada ni superada. Solo entrando en terreno sagrado logra ahuyentarla.

El siguiente encuentro es con el soldado de Yondo, una figura alta y armada con una cota de malla de bronce, sin rostro bajo su casco. La figura simplemente pasa junto al narrador, resonando tristemente.

Finalmente, el narrador encuentra al Rey Momia, el gigantesco cadaver de un antiguo rey, coronado con oro y adornado con joyas. La visión del Rey Momia, con sus ojos escarlata y colmillos ofidios, es tan aterradora que el narrador huye despavorido.

Incapaz de soportar más, el narrador decide regresar a sus perseguidores, prefiriendo las torturas de Ong a continuar en el aterrador desierto de Yondo. La historia termina con la implícita y horrible muerte del narrador, quien, sin embargo, se siente aliviado de estar libre de los recuerdos de Yondo.

Curiosidades[]

  • Este relato suele aparecer vinculado con Hiperbórea, debido a que Lin Carter lo introdujo en la antología recopilatoria de 1971 en la que aglutinaba los relatos ambientados en dicho lugar. Sin embargo, dadas las características de Yondo, es más probable que guarde relación con Zothique, también creado por Clark Ashton Smith o con El Desierto, introducido por Robert H. Barlow en "Hasta que todos los mares".