
H.P. Lovecraft, creador del "horror cósmico"
Horror cósmico, conocido tambien como Horror lovecraftiano o simplemente lovecraftiano, es un sub-género de terror creado por el escritor estadounidense H.P. Lovecraft en sus historias. El horror lovecraftiano ha sido usado en literatura, arte, cómics, películas, televisión y videojuegos después de la muerte del autor.
Orígenes[]
Lovecraft refinó este estilo para contar historias sobre sus propios "mitos", que comprenden un conjunto de elementos sobrenaturales, mitológicos, humanos y extraterrestres. Su trabajo fue profundamente inspirado por autores anteriores que Lovecraft constantemente leía y admiraba, siendo algunos de ellos Edgar Allan Poe, Algernon Blackwood y lord Dunsany. La base del trabajo de Lovecraft fue el cosmicismo: la filosofía que indica que la vida ordinaria humana es diminuta e insignificante en comparación con la inmensidad y los misterios del Universo.
En la búsqueda de la sabiduría o de la comprensión de los secretos del vasto universo en el que vivimos, los descubrimientos que se realizan pueden acabar dañando la cordura de una persona, ya que nuestra mente no esté preparada para asimilarlos. Las historias de Lovecraft usualmente toman lugar en la parte rural de Nueva Inglaterra, es decir, en la sección de Estados Unidos en la que el propio autor creció; sin embargo, el horror lovecraftiano no está restringido a algún escenario en particular, ya que algunas de las escenas de los relatos de Lovecraft no toman lugar en Nueva Inglaterra.
Las narraciones de este género usualmente se caracterizan por la presencia de una atmósfera oscura que intenta transmitir la idea de que existen secretos que el hombre no está destinado a saber.
Temas y elementos del horror lovecraftiano[]
Ciertos temas y elementos son considerados básicos o esenciales para componer piezas dentro del género del horror cósmico. Dichos aspectos también son comúnmente encontrados en trabajos de corte lovecraftiano realizados por otros autores.
- Anti-antropocentrismo, misantropía en general. El género lovecraftiano tiende a no fijarse en la caracterización de personajes como individuos sino en el punto de vista de la humanidad en general y su insignificante lugar en el universo (ver: cosmicismo).
- Preocupación por sustancias y texturas extrañas y desconocidas. El género lovecraftiano tiende a incluir sustancias gelatinosas y desconocidas por la ciencia humana en lugar de elementos de horror clásico como sangre, huesos o cuerpos.
- Abominaciones. De naturaleza biológica, están despegados de sucesos específicos misteriosos y de horrores incomprensibles. No se explican de otra manera ni se atribuyen a un evento específico.
- Estilo de escritura anticuado (victoriano). Aun con la tecnología de su tiempo, Lovecraft tendía a usar anacronismos y palabras medievales en sus historias. Por ejemplo, Lovecraft usaba el término 'man of science' ('hombre de la ciencia') en lugar de la palabra 'scientist' ('científico') y usualmente escribía (en inglés) 'show' como 'shew' y 'lantern' como 'lanthorne'.
- Desapego. Los héroes y protagonistas lovecraftianos son usualmente individuos aislados de la sociedad con algún interés académico (ciencia, astronomía, literatura o cualquier otro). Usualmente estos intereses son los que los conducen a descubrimientos del universo y de la tierra. Sin embargo, aunque los protagonistas puedan parar las fuerzas malignas, sus victorias tienden a no ser completas y usualmente pagan un costo por ellas. Si este no es el caso, los protagonistas se encuentran totalmente incapaces de escapar a las consecuencias del secreto que ellos mismos han descubierto, y terminan perdiendo su cordura o sufriendo algún otro final terrible.
- Preguntas sin respuesta o solo respuesta parcial. Los secretos de la Tierra o el Universo descubiertos por protagonistas usualmente no son definidos con totalidad ni para el lector. Los protagonistas lovecraftianos raramente comprenden lo que les está sucediendo, y usualmente caen en el camino de la locura si tratan de entenderlo.
- La fragilidad y vulnerabilidad de la cordura humana. Los personajes lovecraftianos siempre son incapaces de afrontar mentalmente las extraordinarias e irracionables verdades del Universo o de la Tierra. La arrogancia humana de tratar de entenderlo todo es, tal como Lovecraft usualmente ilustra, algo imposible y que solo conduce a la demencia.
- Linaje cuestionable y misterioso. Los ancestros, parientes o familia de ciertos personajes usualmente son ilustrados como anormales y siniestros. La mayoría de ellos fueron hechiceros, ocultistas o miembros de alguna secta que trataron de descubrir algún secreto del universo. Este pasado usualmente afecta a los personajes y protagonistas presentes en la narración.
Prototipos y arquetipos del horror cósmico[]
El Profesor[]
Suelen ser conservadores de ciertas bibliotecas en universidades tradicionales y, así mismo, enseñan en ellas. No tienen necesidad de copiar los libros o comprarlos, ya que pueden consultarlos directamente. No practican ocultismo, solo observan, pero serían capaces de proveer grandes conocimientos de ocultismo y esoterismo.
Ejemplos: Nathaniel Wingate Peaslee (La sombra fuera del tiempo), Frank H. Pabodie (En las Montañas de la Locura).
El Alumno[]
Personaje que interactúa con El Profesor, a menudo siendo su protegido. Se ve implicado en la situación sobrenatural, aunque con frecuencia son incapaces de asimilar lo que está sucediendo a su alrededor, con lo que se ven obligados a recurrir a terceros con el fin de comprender la situación. En el improbable caso de sobrevivir a la historia, si no pierden la cordura pueden acabar convirtiéndose en El Profesor.
Ejemplos: Danforth (En las Montañas de la Locura), Walter Gilman (Los sueños en la casa de la bruja).
El Doctor Ocultista[]
Similar al Profesor, aunque generalmente con un perfil más investigador que docente. Tienen acceso a Bibliotecas y Universidades, pero solo por su doctorado, porque trabajan en ellas o porque estudiaron ahí. No tienen las copias originales, por lo que, o bien deben ir a consultarlas frecuentemente, o bien tienen sus propias copias manuscritas. Asimismo, escriben libros de índole académico-ocultista, tratando de explicar fenómenos mágicos, cultos, y demás, pero desde una perspectiva académica. A diferencia de El Profesor, ellos sí practican ocultismo.
Ejemplos: Henry Armitage (El horror de Dunwich), Laban Shrewsbury (El rastro de Cthulhu).
El Mago Legendario[]
Personaje mítico de existencia dudosa, al cual se le atribuyen libros míticos, cuya existencia a menudo también está en entredicho. Los Profesores y Doctores Ocultistas los estudian con una cierta prudencia, teniendo en cuenta lo previamente señalado. El Ocultista escribiría sobre ellos, aunque sin rayar en la locura como El Cultista, que termina realizando un sinfín de atrocidades siguiendo la doctrina del Mago Legendario o tratando de obtener alguna prueba tangible de la veracidad de los textos míticos.
Ejemplo: Abdul Alhazred, (El sabueso, Historia del Necronomicón, etc.)
El Ocultista[]
Dejaron de existir con la llegada del siglo XXI. Son los ocultistas de la época del Renacimiento en adelante, no personajes míticos, sino de carne y hueso. Escribían y redactaban textos de magia como tal y tuvieron buena recepción entre los círculos ocultistas cuando estuvieron de auge en Europa.
Ejemplos: Friedrich Wilhelm von Juntz (La piedra negra), Ludwig Prinn (El vampiro estelar).
El Cultista[]
Sigue ciegamente a un dios o religión, mezcla los textos de El Ocultista, de El Doctor Ocultista y, de paso, termina involucrando a El Profesor. Son los más peligrosos, porque son irracionales y tienden a confundir la doctrina que han recibido, que se convierte en poco más que un popurrí de textos académicos, libros mágicos y grimorios míticos de autenticidad dudosa.
Ejemplos: Wilbur Whateley (El horror de Dunwich), Keziah Mason (Los sueños en la casa de la bruja).
El Oportunista[]
Personaje que desempeña un rol similar a El Cultista, aunque teniendo objetivos mucho más personales e interesados y rara vez teniendo actitudes fanáticas. Suele acercarse a un dios, culto o corriente de ocultismo tratando de obtener un beneficio personal, que puede ir desde lograr la inmortalidad hasta satisfacer deseos mucho más mundanos. Aunque puede realizar actos de servicio a su dios o comunidad ocultista, siempre antepone su propia agenda. En algunos casos tiene un perfil más "científico", siendo, por ejemplo, un practicante de alquimia.
Ejemplos: George Rogers (Horror en el museo), Joseph Curwen (El caso de Charles Dexter Ward).
El Artista Visionario[]
Artista o poeta que se ha acercado demasiado a la verdad cósmica, habitualmente perdiendo la cordura en el proceso. Su obra refleja los conocimientos e intereses que han adquirido y con frecuencia tienden a manifestar tendencias obsesivas. En algunos casos, su propio arte acaba adquiriendo poderes sobrenaturales, al servir como medio para canalizar esa verdad cósmica, lo cual puede asemejarlo a El Ocultista y a El Cultista. Ejemplos: Richard Upton Pickman (El modelo de Pickman), Erich Zann (La música de Erich Zann).
El Descendiente Maldito[]
Persona que procede de un linaje marcado por un ancestro que rompió un tabú. En sus pesquisas, suele acabar descubriendo información perturbadora relativa a su ascendencia, que es motivo de drama y confrontación. En algunos casos su antepasado es El Cultista o El Oportunista y, ante la revelación, puede optar por la aceptación o por el rechazo, esta última opción conduciéndolo a la locura o la muerte.
Ejemplos: Arthur Jermyn (Hechos tocantes al difunto Arthur Jermyn y a su familia), Charles Dexter Ward (El caso de Charles Dexter Ward).
El Guerrero Antiguo[]
Personaje del pasado que se enfrenta a una divinidad o situación sobrenatural, generalmente enfrentando un desenlace fatídico y siendo redescubierto en el presente con el hallazgo de su cadáver o de algún documento escrito relacionado con él. En ocasiones comparte rasgos con El Ocultista y suele estar enfrentado con El Cultista, que conspira para acabar con él.
Ejemplos: Pánfilo de Zamacona y Núñez (El túmulo), T'yog (Más allá de los eones).