El Hombre Negro es uno de los más populares avatares de Nyarlathotep. Está estrechamente asociado a los aquelarres y tiene un papel destacado en Los sueños en la casa de la bruja.
Apariencia[]
"...al otro lado de la mesa estaba en pie una figura que Gilman no había visto nunca, un hombre alto y enjuto de piel negrísima, aunque sin el menor rasgo negroide en sus facciones, completamente desprovisto de pelo o barba, y que como única indumentaria llevaba una túnica informe de pesada tela negra. No se le veían los pies a causa de la mesa y el banco, pero debía de ir calzado, pues cuando se movía se oía ruido como de zapatos..."
El Hombre Negro suele presentarse como un hombre calvo de tez oscura con patas de cabra y vestido con una túnica, pero también puede mostrarse como un hombre de tez pálida con pelo muy oscuro y vestido con un traje y un sombrero de copa. El protagonista del relato El legado de Peabody le describe como un "monstruoso hombre negro, no un negro, sino un hombre de negrura tal que era literalmente mas oscuro que la noche, pero con llameantes ojos, como si fueran de fuego".
El Libro de Azathoth[]
Ilustración para el relato Los sueños en la casa de la bruja, de Jens Heimdahl.
La misión principal del Hombre Negro consiste en captar acólitos haciéndoles firmar con su sangre en el Libro de Azathoth. Quienes hacen esto juran lealtad eterna a Azathoth y a Nyarlathotep, estando entonces obligado a servirles hasta el fin de los días.
Para conseguir acólitos, este avatar de Nyarlathotep cuenta con la ayuda de la bruja Keziah Mason y de Brown Jenkin, la mano derecha de Keziah.
Otra forma de captar más acólitos pero menos fieles utilizada por el Hombre Negro consiste en congregar grandes masas de gente cautivándolos con espectáculos y con modernos artilugios para después lavarles el cerebro mostrándoles milagros y recurriendo a la demagogia.
El Gran Cornudo[]
En el relato de Ramsey Campbell Las caras de Pine Dunes aparece un personaje conocido como "El Gran Cornudo" que también está asociado a los aquelarres y a las brujas y que parece vinculado de algún modo con el Hombre Negro. Sin embargo, esta similitud podría ser una simple coincidencia, pues no existe ninguna aclaración al respecto de este punto. Cabe la posibilidad, no obstante, de que esté relacionado con otro de los avatares de Nyarlathotep, el Hombre Astado.