Eihort

Eihort
Ilustración de Eihort para Kingsport Horror, expansión del juego de mesa Arkham Horror.
Concebido por	Ramsey Campbell
Clase	Primigenio
Culto	Existente
Armas	Mordisco, aplastamiento
Epítetos	La bestia pálida Dios del laberinto

Eihort, La Bestia Pálida es un Primigenio. Hizo su primera aparición en Antes de la tormenta, obra de Ramsey Campbell publicada en 1980. Aun con ello, su su nombre aparece mencionado ya en Los párrafos de Franklyn, historia corta del mismo autor publicada en 1969 y añadida al recopilatorio de 1973 Demons by Daylight.

Apariencia

Su forma es la de una pálida e hinchada masa ovalada. Está cubierto por una gran cantidad de ojos (los cuales no paran de aparecer y serpentear por su cuerpo) y una miríada de huesudas piernas descarnadas.

Información conceptual y rol

Eihort reside en una laberíntica red de cuevas y túneles bajo el valle del río Severn (Inglaterra). Se cree que esta red conecta con otras hasta el valle del río Miskatonic o, incluso, las Tierras del Sueño. Posee un culto local (centrado en Brichester y Camside, el lugar del cual se rumorea que está mas cerca Eihort) cuyos enloquecidos miembros portan sus crías. De hecho, está dirigido por un grupo de crías que intentan hacerse pasar por un ser humano.

En el caso de que un humano se tope con él, Eihort lo acorrala, contacta con él con telepatía y pide un acuerdo. De negarse, Eihort aplastará al humano inmediatamente. De aceptar, Eihort paraliza al infeliz y le implanta sus propias crías inmaduras por los orificios del cuerpo. Al finalizar el proceso, el huésped se convierte en esclavo de Eihort y olvida lo que ha ocurrido, aunque aprende a contactar con el Primigenio. En este estado inicial, es posible todavía deshacerse de las crías con un encantamiento adecuado. Si el proceso continúa, el huésped comenzará a tener pesadillas en las que verá seres y lugares sobrenaturales. Las pesadillas serán cada vez más enloquecedoras a medida que la progenie busca controlar al huésped en su sueño, habiendo reemplazado músculos y órganos devorados previamente. Al madurar meses después, las crías desgarran el cuerpo desde dentro y se alejan rápidamente, dejando un cadáver de aspeto "desinflado". Matarlas causará la ira de Eihort. Según las Revelaciones de Gla'aki, las crías de Eihort "nacerán a la luz", tomando una forma semejante a la de Eihort.

En el improbable caso de que Eihort sea aparentemente destruido, sus restos rezumarán dentro del suelo hasta un lugar remoto bajo la tierra donde pueda regenerarse.

En La llamada de Cthulhu

El escenario "Que me muera si no digo la verdad" (incluido en la edición en español de "El bosque de los mil retoños (vol. 1), Eihort ordenó a sus crías que se hicieran pasar por un niño recién nacido llamado Kerwin. Al crecer este con un comportamiento extraño, las crías empezaron a invadir a los amigos de este. Habiendo creado un pandilla exclusiva, todos aquellos que desearan entrar en ella debían ir a una cueva, donde Eihort infectaría al chaval en cuestión, que pasaría a obedecer a Kerwin.

Material no oficial

En "El legado de Arrio Lurco", campaña publicada por Miskatonic River Press para Cthulhu Invictus. 150 años antes de los sucesos de la campaña, en la Britania romana, Eihort realizó su acuerdo con una serie de romanos colonizadores. Estos, una vez parasitados, dejaron las tierras britanas. Eihort vio lo que sus crías veían en otros territorios, y deseó llegar a otras partes del imperio. Así, su alcance llegó a Mesará, en Creta (donde contactó con los "Cuidadores", el grupo que atendía al Minotauro) y la provincia de la Cirenaica. Desde ahí, se expandió hasta Roma, donde se creó un culto conocido como "Los Hijos de Eihort". Este culto tiene su santuario en las cloacas de la ciudad, desde donde las crías de Eihort dirigen las operaciones. Los cultistas ven la conexión entre las crías y Eihort como un hecho sagrado y a las crías como representantes divinas del Primigenio. El santuario posee un mosaico que representa a Eihort con un cuerpo redondo y cubierto de ojos, así como trompa y patas de elefante.

Entre los 35 y 45 años, los cultistas peregrinan a la Cirenaica y aceptan a las crías del dios. Estas permanecen en el cuerpo de los cultistas hasta varios años después, donde finalmente maduran. Los cultistas llaman a esta muerte "convertirse en uno solo". Si la muerte acaece en Roma, Los Hijos guían a las crías a zonas subterráneas, donde llegarán a cámaras donde la progenie vive en incontables cantidades, esperando el día en el que los astros se alinearán.

Ocho años antes del inicio de la campaña, un patricio llamado Arrio Lurco fue secuestrado por los Cuidadores y dirigido al centro del laberinto junto con su comitiva. Allí se encontraba Eihort, que había llegado al lugar desde un portal místico. El Primigenio ofreció entonces su acuerdo. Algunos miembros de la comitiva intentaron escapar, pero fueron asesinados por el propio Eihort o el Minotauro. Arrio Lurco aceptó el acuerdo. Sin embargo, cuando recobró los recuerdos, intentó deshacerse de las crías de Eihort. Al no poder, dedicó lo que le quedaba de vida a destruir el culto minoico y, con él, al Minotauro y a Eihort.

La campaña tiene como objetivo combatir a las fuerzas de Eihort y a Eihort mismo. Aquí aparecen cultistas de Los Hijos de Eihort como Pavo, Sarrio, Larcilla, Apolina y Dama, así como Celia, antigua sacerdotisa del culto, que ayudará en la campaña. Cuando se ve amenazado, Eihort alerta a los Cuidadores, que invocan una tormenta para parar a los investigadores de la muerte de Arrio Lurco. Al no confiar en su propio culto, usa a tres individuos conocidos como "Emisarios de Eihort", servidores pertenecientes a tribus britanas cuyos cerebros son crías que han madurado mágicamente y que pueden vivir unos 140 años. Son Jodoc de los Icenos, Morcant de los Brigantes y Tallulah de los Siluros. Estos intentan capturar a los investigadores o entregarlos a las autoridades con documentos falsos. Si los investigadores se deshacen de ellos, el siguiente cultista a confrontar será Agathais, líder de los Cuidadores.

Finalmente, en el centro del laberinto y tras deshacerse del Minotauro, los investigadores se encontrarán a Eihort. Aquí, el Primigenio es descrito como algo entre un rinoceronte y un elefante, de color blanco pálido y forma ovalada que cambia y gotea como grasa o cerca desecha. Sus múltiples patas (entre cinco y nueve) sobresalen y se retraen de su cuerpo al moverse. Sus ojos se alzan y se hunden por el cuerpo. Antes de que los investigadores puedan actuar, sienten una aguja caliente clavándose en sus cabezas y a Eihort dándoles la opción de aceptar a sus hijos en sus cuerpos o morir. De aceptar, Eihort usará un seudópodo con doce agujas afiladas para inyectar su veneno paralizante en el cuello. De negarse, comenzará la batalla contra el Primigenio. En cualquier caso, Eihort no traspasará sus crías hasta que todos estén paralizados o muertos. Entonces, el seudópodo tomará una forma de calabaza que depositará miles de crías en la boca de la víctima. El dolor parará una vez las crías comiencen a gestar y Eihort hará que la víctima olvide lo ocurrido.

Si es vencido, Eihort se disolverá, informando a los investigadores que retornará en mil lunas (unos 83 años) y ellos sufrirán su ira y venganza.

Galería

Ilustración de Loïc Muzy para el bestiario del juego de rol "La llamada de Cthulhu", por Éditions Sans-détour en 2015.

"Eihort Has An Offer For You", por Richard Svensson (Loneanimator).

"The Eihort", ilustración de Alberto Guerra para "El legado de Arrio Lurco".