Crom Cruach, "El Torcido Sanguinario", es un dios de la mitología irlandesa, aparentemente una versión más primigenia del dios cimmerio "Crom" al que se menciona en los Relatos de Conan el Bárbaro de Robert E. Howard. La inclusión de Crom Cruach en los Mitos fue realizada por Brian McNaughton en su novela Hacia la oscuridad.
Chaosium también ha presentado a esta entidad en sus juegos de rol. Laurence J. Cornford sugirió la conexión de Crom con Pan y otros dioses similares como la cara pública de Crom.
Naturaleza del dios[]

Ilustración "Crom", por aquilianrange.
Crom Cruach se presenta como una criatura gigante parecida a un gusano o dragón. Se le menciona como un dios en el Necronomicón del Dr. Dee, considerado como una concubina menor (¿o faceta?) de Shub-Niggurath, y se dice que reside bajo Stonehenge. Sus seguidores creen que es omnisciente. Según el Necronomicón, Crom Cruach puede otorgar la vida eterna a sus adoradores a través de un ritual que implica el sacrificio de infantes humanos.
En la Era Hiboria, el sombrío dios Crom (que probablemente sea la "cara pública" de Crom Cruach) era adorado en Cimmeria. Más tarde, fue adorado por los celtas en Irlanda. Se dice que su culto fue erradicado por san Patricio, quien destruyó el símbolo del culto con un martillo. Crom Cruach se hacía pasar por una deidad pre-cristiana para obtener las almas de los niños y engañaba a sus seguidores.
Fuentes conectan a Crom Cruach con Pan (que supuestamente significa "alimentador") en la antigua Grecia. También se le llama "El Carnero Cornudo", "Khnum", "El Señor del Bosque" (posiblemente esto también sea un nombre para Nyarlathotep/Ahtu) y "Delcarnon" ("Señor de los Dos Cuernos").
Era Hiboria[]
En los Relatos de Conan el Bárbaro de Robert E. Howard se menciona a Crom como un dios, aparentemente vinculado a la guerra y al acero. Se sabe que Conan lo adora (a su manera) y que se le fue inculcado desde pequeño. Este aspecto del dios comparte muchas similitudes con su aspecto primigenio. Sin embargo, este parece ser más un concepto similar al dios abrahamico y nada más, al que el guerrero suele nombrar así ya sea cuando le pasa algún despiste o algo. Por ejemplo: "¡Por Crom, maldita sea!".
Insufla valor a los hombres cuando nacen, así como voluntad para acabar con los enemigos y se dice que es favorable frente al coraje y tenacidad en los mortales, aunque al final la persona fracase en el intento. Para Conan "era lo único que cabía esperar de un dios". Por lo demás, no hace nada, ni bueno ni malo, por los mortales.