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Las crías de Eihort son seres creados por el Primigenio Eihort. Aparecieron por primera vez en "Antes de la tormenta", obra de Ramsey Campbell publicada en 1980, pero fueron desarrollados en el juego de rol "La llamada de Cthulhu", especialmente con el escenario "Que me muera si no digo la verdad" ("Cross My Heart, Hope to Die") del autor J. Todd Kingrea.

Descripción

Se asemejan a arañas brillantes y gelatinosas en su nacimiento, fáciles de matar. No son particulamente inteligentes o agresivas, pero pueden alimentarse de individuos estáticos hasta dejar los huesos. A veces, uniéndose en millones, pueden crear organismos de color blanco y sin pelo. En esta unión, pueden hablar y hacerse pasar por humanos. Pero, de ser heridos, empiezan a desmoronarse en cúmulos. En su muerte, los millones de arañas huyen.

Información conceptual y rol

Si encuentra un humano, Eihort lo acorrala, contacta con él con telepatía y pide un acuerdo. De negarse, Eihort aplastará al humano inmediatamente. De aceptar, Eihort paraliza al infeliz y le implanta sus propias crías inmaduras por los orificios del cuerpo. En este estado inicial, es posible todavía deshacerse de las crías con un encantamiento adecuado. Si el proceso continúa, el huésped comenzará a tener pesadillas en las que verá seres y lugares sobrenaturales. Las pesadillas serán cada vez más enloquecedoras a medida que la progenie busca controlar al huésped en su sueño, habiendo reemplazado músculos y órganos devorados previamente. Al madurar meses después, las crías desgarran el cuerpo desde dentro y se alejan rápidamente, dejando un cadáver de aspeto "desinflado". Las crías parecen ser especialmente susceptibles a los poderes de Eihort, y matarlas causará su ira. Según las Revelaciones de Gla'aki, las crías de Eihort "nacerán a la luz" tomando una forma semejante a la de Eihort cuando los Primigenios retornen.

Desde entonces, viven para servir a Eihort y preparar el camino para la llegada de los Primigenios. Hasta entonces, tienden a formar pequeñas sectas o bandas de seguidores, como el culto local (centrado en Brichester y Camside, el lugar del cual se rumorea que está mas cerca Eihort) cuyos enloquecidos miembros portan sus crías. De hecho, está dirigido por un grupo de crías que intentan hacerse pasar por un ser humano.

En La llamada de Cthulhu

El escenario "Que me muera si no digo la verdad" (incluido en la edición en español de "El bosque de los mil retoños (vol. 1), originalmente en "Ramsey Campbell's Goatswood and Less Pleasant Places") de Cthulhu Actual, muestra a unas crías que se hicieron pasar por un niño recién nacido llamado Kerwin. Al crecer este con un comportamiento extraño, las crías empezaron a invadir a los amigos de este. Habiendo creado un pandilla exclusiva, todos aquellos que desearan entrar en ella debían ir a una cueva, donde Eihort infectaría al chaval en cuestión, que pasaría a obedecer a Kerwin.

La historia comienza cuando uno de los niños, Jamie Upton, salió corriendo de la cueva impresionado con lo que había atisbado. Mientras es entrevistado por los investigadores, el niño corre al baño y se desvanece. De uno de sus oídos, una de las crías de Eihort salta y huye. El niño vuelve progresivamente a la normalidad, pero sigue asustado.

A partir de este momento, Eihort puede causar pesadillas de un ser encapuchado cuya cabeza es una bola de telaraña de la cual saltará una cría de Eihort a la boca del soñador. Al desperar, este verá que su cuerpo y sábanas están cubiertas de docenas de crías que intentarán implantarse en su cuerpo. De no hacerlo, huirán. De conseguir entrar alguno por la boca, el infectado gestará más crías de forma veloz -más que la de alguien que hubiera realizado el pacto con Eihort- hasta que estas emerjan.

Material no oficial

En "El legado de Arrio Lurco", campaña publicada por Miskatonic River Press para Cthulhu Invictus, 150 años antes de los sucesos de la campaña, en la Britania romana, Eihort realizó su acuerdo con una serie de romanos colonizadores. Estos, una vez parasitados, dejaron las tierras britanas. Eihort vio lo que sus crías veían en otros territorios, y deseó llegar a otras partes del imperio. Así, su alcance llegó a Mesará, en Creta (donde contactó con los "Cuidadores", el grupo que atendía al Minotauro) y la provincia de la Cirenaica. Desde ahí, se expandió hasta Roma, donde se creó un culto conocido como "Los Hijos de Eihort". Este culto tiene su santuario en las cloacas de la ciudad, desde donde las crías de Eihort dirigen las operaciones. Los cultistas ven la conexión entre las crías y Eihort como un hecho sagrado y a las crías como representantes divinas del Primigenio.

Entre los 35 y 45 años, los cultistas peregrinan a la Cirenaica y aceptan a las crías del dios. Estas permanecen en el cuerpo de los cultistas hasta varios años después, donde finalmente maduran. Los cultistas llaman a esta muerte "convertirse en uno solo". Si la muerte acaece en Roma, Los Hijos guían a las crías a zonas subterráneas, donde llegarán a cámaras donde la progenie vive en incontables cantidades, esperando el día en el que los astros se alinearán.

Ocho años antes del inicio de la campaña, un patricio llamado Arrio Lurco fue secuestrado por los Cuidadores y dirigido al centro del laberinto junto con su comitiva. Allí se encontraba Eihort, que había llegado al lugar desde un portal místico. El Primigenio ofreció entonces su acuerdo, y Arrio Lurco lo aceptó. Sin embargo, cuando recobró los recuerdos, intentó deshacerse de las crías de Eihort. Al no poder, dedicó lo que le quedaba de vida a destruir el culto minoico y, con él, al Minotauro y a Eihort. Cuando llega el momento, Arrio Lurco fallece entre horribles dolores y las crías corren hacia la oscuridad, dejando la casa del patricio. Posteriormente, se apiñan en forma humana y trabajan con Los Hijos de Eihort, a quienes dan la orden divina de acabar con quienes pudieran haber visto la muerte de Arrio y con Damocles de Gaios, quien había ayudado al patricio en su misión. Para facilitar su trabajo, se disfrazan de archimimo, portando la máscara del dios Plutón. Finalmente, Damocles muere acuchillado, y un centenar de crías quedan en su cadáver, escapando al ser encontradas algunas y otras saltando a las extremidades de quienes las encuentran.

Otras tres crías aparecen en el equipaje del bestiario Natta, y habrán de ser destruidas para eliminar la vigilancia de los cultistas. También hacen aparición los "Emisarios de Eihort", servidores pertenecientes a tribus britanas cuyos cerebros son crías que han madurado mágicamente. De ser vencidos, las crías saldrán del cuerpo e intentarán escapar. Estas crías maduras, del tamaño de una rata, son conocidas como "Recién nacidos de Eihort" ("Hatchlings of Eihort", en inglés).

Galería

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