Bast, diosa de los gatos (a veces llamada Bastet o Bastis) es una de los Dioses Arquetípicos. Fue mencionada por primera vez en El suicidio en el estudio y cuenta con una presencia mayor en La estirpe de Bubastis.
Apariencia[]
Bast tiene el aspecto de una joven hermosa de caderas anchas (en alusión a su vinculación con la sexualidad), que frecuentemente se manifiesta con cabeza de gato o, a veces, con aspecto completamente felino. Sin embargo, La estirpe de Bubastis sugiere que también cuenta con avatares monstruosos.
Información conceptual y rol[]
Pese a que Bast es una diosa principalmente adorada por gatos, también ha contado con innumerables seguidores humanos a través de la historia.
Según la Enciclopedia de los Mitos de Cthulhu, Bast inicialmente fue adorada en la Atlántida, pero su culto era tan importante que acabó extendiéndose a Egipto. Allí fue una de las diosas más populares, e incluso contó con una ciudad dedicada a ella, Bubastis. La importancia de Bast se debió sobre todo a que, además de una deidad felina, también estaba asociada a la sexualidad y el erotismo.
Según escribió Ludwig Prinn en su De Vermis Mysteriis, la ciudad de Bubastis fue arrasada por los adoradores de los demás dioses egipcios, alegando que en dicha ciudad se realizaban cultos especialmente aborrecibles. Esto sugiere la dualidad de la diosa gato: pacífica y protectora en su faceta positiva y cruel y retorcida en su faceta más oscura. Los cultistas de Bast habrían creado especímenes semejantes a los Hijos de la Esfinge, lo cual sugiere una conexión entre ella y Nyarlathotep, pese a que fuentes tardías (principalmente del rol) los sitúan en bandos opuestos.
Tras la devastación de Bubastis, el culto de Bast sobrevivió en pequeñas asociaciones clandestinas e incluso llegó a penetrar tímidamente en algunas órdenes religiosas del Imperio Romano. Estos grupos utilizaban magia sexual para cruzar hombres con bestias y veneraban a un avatar de Bast conocido como "Masticador de Cadáveres".
Se sabe que actualmente Bast es venerada en la ciudad de Ulthar, en las Tierras del Sueño. Allí, los gatos son animales muy respetados y queridos, así que la llegada de una deidad felina que los protegiese fue muy bien recibida.
Relatos[]
Obras de Robert Bloch[]
El suicidio en el estudio[]
Relato en que se menciona por primera vez a Bast en el contexto de los Mitos, al aludirse a "Luveh-Keraphf, sacerdote de Bast" y autor de los Ritos negros.
El que abre el camino[]
Este relato sugiere una relación entre Bast y el "dios de muchos rostros" (Nyarlathotep), presentándola prácticamente como un avatar suyo. Téngase en cuenta que esta idea fue ignorada y descontinuada por el juego de rol.
La estirpe de Bubastis[]
Relato en el que se alude a un culto de Bast en Cornualles. Aquí, Bast es presentada como una deidad retorcida, vinculada con la hibridación de humanos y animales y con la entidad conocida como "Masticador de Cadáveres". Se la emparenta con Isis, considerándola su hija.
El secreto de Sebek[]
Este relato referencia lo narrado en La estirpe de Bubastis.
El templo del faraón negro[]
Anubis, Bast y Sebek son mencionados como una tríada maligna subordinada a Nyarlathotep.
Extraños eones[]
La Fundación Probilski custodia una estatua de esta diosa.
Obras de Lovecraft[]
Los gatos de Ulthar[]
Aunque en este relato no se menciona abiertamente a la diosa, se ha querido ver en él su intervención.
Curiosidades[]
- Tradicionalmente se considera que fue Nefrén-Ka, el Faraón Negro, quien inició en Egipto el culto de los dioses de cabeza de animal y, por ende, de Bast, lo cual ayuda a cimentar la idea de que, en un primer momento, existía la intención de conectar a todos los dioses de Egipto con un mal primigenio, que sería personificado por Nyarlathotep. Las interpretaciones posteriores que sitúan a Bast como Arquetípica han generado ciertos problemas de continuidad, sobre todo teniendo en cuenta que otros dioses egipcios se clasifican como Primigenios, siendo Sebek el caso más notorio.
- En el mundo egipcio, Bast era una diosa asociada a los gatos, a la sexualidad y el amor. Encarnaba el "lado tierno" de los felinos y era la contraparte de Sejmet, la leona enfurecida. Bast era también una deidad doméstica y a ella se encomendaba la protección del hogar y de las embarazadas frente a las energías negativas y a los malos espíritus. Se sabe que en honor suyo se celebraba en Bubastis un "festival de la embriaguez" en la que la gente bebía y bailaba con el fin de complacer y entretener a la diosa.