"En esta forma hemos habitado las redes neuronales de más de trescientas razas, cómodamente yaciendo en ellas como vides creciendo en un enrejado. Hemos observado desde demasiadas máscaras transparentes como para sentir remordimientos de nuestros propios sentidos vestigiales. Pues mejor es introducirnos como lo hacemos y portar completamente todas las extremidades y órganos de seres vivos, sus recuerdos y su poder-portar todos de manera congruente con nuestras voluntades como si se tratara de un guante para la mano que lo llena." — Extracto de "The Autopsy".
Los Viajeros son una raza extraterrestre creada por el autor Michael Shea para su historia "The Autopsy". Fue posteriormente desarrollada en "Ye Booke of Monstres", suplemento publicado en 1994 por Chaosium para el juego de rol "La llamada de Cthulhu".
Apariencia[]
Su forma más conocida es la larvaria, cuyo aspecto es el de una pequeña criatura invertebrada con apéndices prensiles.
Información conceptual y rol[]
En su forma larval, sus miembros viajan por el espacio en naves translúcidas del tamaño de pelotas de baloncesto. Al acercarse a un planeta, utilizan lluvias de meteoritos para evitar ser detectadas. Si es detectada, la nave se autodestruye, creando una explosión lo suficientemente grande como para destruir una manzana de una ciudad.
Los viajeros permanecen ocultos hasta que pueden invadir un anfitrión adecuado. Son una raza sádica que disfruta del dolor y el horror que experimenta su anfitrión, ya que el consciente atrapado es objeto de burlas y torturas.
Su ciclo de vida pasa por cuatro estados, de los cuales solo la etapa más temprana, la forma larvaria, es móvil. Esta posee apéndices y ganchos que usa para asentarse en una víctima tras entrar en ella por su boca mientras esta duerme o está paralizada por la razón que sea. Una vez dentro, pasa por los siguientes tres estados hasta tomar una forma a un cerebro que controla una red de filamentos en forma de látigo. Dichos filamentos interactúan con los nervios de la víctima hasta que, tres días después, la controla por completo. También usan estos filamentos como armas, proyectando desde un orificio un zarcillo paralizante y otro que se extiende hasta el corazón de la víctima para alimentarse de su sangre, lo que frecuentemente le lleva a almacenar cadáveres para alimentarse de ellos.
Los filamentos también se pueden utilizar para animar los recuerdos de los muertos y buscar otro anfitrión.