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Ab-T'bohugha, el Buda Cósmico es un dios Exterior introducido por Yuke Kabula en el relato El horror bajo el Vesubio.

Apariencia[]

En su faceta de la Bestia del Volcán se manifiesta como una criatura hexápoda descomunal con el cuerpo cubierto de lava y roca.

En su faceta del Bodhisattva, se desprende de la cobertura de piedra y fuego, revelando un cuerpo resplandeciente, similar a un dragón vagamente humanoide, dotado de alas, tentáculos y con una cabeza que se abre como una flor. También puede manifestarse por medio de cuerpos de plasma y esculturas, siendo percibido como una entidad celestial y brillante, de género ambiguo.

Información conceptual y rol[]

Ab-T bohugha Sprite

Ab-T'bohugha como la Bestia del Volcán, por Yuke Kabula

En su avatar de la Bestia del Volcán es venerado por los miembros de Mordred, que incluyeron sus revelaciones en el Evangelio del fuego y la roca. Puede controlar las almas de aquellos que le han ofrecido la vida, a los cuales permite manifestarse como extrañas babosas de fuego. Sin embargo, se dice que, algún día, les hará reencarnar en un cuerpo más puro y divino, creado en fuego y roca, como sugiere el nombre del Evangelio. Hay que tener en cuenta, eso sí, que esta no es la verdadera forma de la deidad, sino un cascarón creado por los miembros de Mordred en el que pretenden canalizar el espíritu de la divinidad para que logre reencarnar en el plano material, del cual fue exhiliado por Ghisguth y Petra.

En su forma de Bodhisattva, es capaz de generar una barrera capaz de contener a cualquier criatura que trate de acercarse a él. Esta barrera aumenta su fuerza en función de la peligrosidad del intruso, lo cual mantiene a raya a otras criaturas y deidades que puedan desear atacarlo. Los tentáculos que posee en esta forma le permiten enviar información directamente al cerebro de quien tocan, aunque las revelaciones cósmicas que transmite pueden quebrar la mente de quien las recibe. Sin embargo, quien sea capaz de procesar todo aquello que Ab-T'bohugha le muestra, alcanzaría un estado comparable a la iluminación.

Hay que tener en cuenta, de todas formas, que ambas versiones de Ab-T'bohugha son únicamente manifestaciones suyas en el plano terrenal, ya que realmente es una entidad que trasciende el tiempo y el espacio. Dice ser al mismo tiempo dios y hombre y existir y no existir, dejando claro que estas contradicciones se deben a que es la encarnación del concepto humano conocido como "Tao", que, sintetizando mucho, representa tanto el equilibrio cósmico como la armonía entre los extremos. También, dado su rol, sería la verdadera identidad de la entidad conocida como "Buda Cósmico".

Relatos[]

Obras de Yuke Kabula[]

El horror bajo el Vesubio[]

En este relato se narran los esfuerzos de Svarog de Mordred y sus asociados para traer a este plano de la realidad a Ab-T'bohugha en su avatar de la Bestia del Volcán. Se alude a la hostilidad que muestran hacia él Ghisguth y Petra

El bodhisattva[]

En este relato se muestra a Ab-T'bohugha en forma del Bodhisattva. Fue adorado en la vieja capital, cuyas ruinas se erigen en el corazón del Desierto.

El llanto de la biwa[]

El bonzo de la ciénaga dice haber entrado en contacto con esta entidad.

Obras de Ricardo Meyer[]

La máquina bajo nuestros pies[]

Este dios es mencionado en la propaganda del grupo "Morgana".

En los juegos de rol[]

En Secretos de Japón ya se introduce a la figura del "Buda Cósmico", como una contraparte luminosa (pero no necesariamente benévola) de Azathoth, existiendo en un lugar más allá del tiempo, en una dimensión paralela a la Corte de Azathoth. Es considerado enemigo de Yog-Sothoth en su avatar de Mara, ya que promueve que sus seguidores desgarren la barrera de los mundos para poder ir a fundirse con él, ya que no es exactamente una entidad individual, sino una suerte de mente colmena.

Curiosidades[]

  • La Bestia del Volcán puede considerarse un avatar artificial, conjurado por los miembros de Mordred para canalizar la esencia del dios.
  • Por su afinidad con el fuego y su relación con los volcanes de la Europa mediterránea, su avatar de Bestia del Volcán está relacionado de algún modo con los telquines, seguidores de Ghisguth.
  • La existencia de un Dios Exterior que encarna el concepto del "Tao" ya venía insinuada en el relato Los perros de Tíndalos, de Frank Belknap Long.

Galería[]